La presencia de microorganismos en los combustibles se ha convertido en una problemática que ha afectado directamente a la industria desde que se empezó a observar los primeros indicios de crecimiento microbiano dentro de los tanques de almacenamiento a causa de que estos utilizan como fuente de carbono los hidrocarburos del petróleo o de combustibles refinados para su crecimiento y proliferación. Lo anterior genera desgaste biológico en la superficie de los tanques, además de biodegradación y biocontaminación en los combustibles como se observa en la figura 

Los microorganismos que más se encuentran son bacterias, mohos y levaduras. Las Pseudomonas son el género que con mayor frecuencia se aísla de ambientes contaminados; se conocen por su capacidad de crecer sobre una amplia variedad de hidrocarburos del petróleo como benceno, naftaleno y tolueno (gasolina, kerosene y diesel). En su gran mayoría las bacterias degradadoras de hidrocarburos se encuentran en el grupo de gram negativas; los lipopolisacáridos presentes en sus membranas ayudan a la formación y estabilización de emulsiones de hidrocarburos en sistemas acuosos y contribuyen al incremento en la superficie de ataque sobre el contaminante. También se encuentran bacterias sulfato reductoras (SRB), organismos tanto aerobios como anaerobios facultativos. A continuación, en el cuadro 3 podemos ver los tipos de microorganismos más comunes que se pueden encontrar en los combustibles.

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